Lo que va de ayer a hoy

Investigando el pasado familiar, encontramos la publicacion del 5º Congreso Agricola Catalan, celebrado en Palma de Mallorca del 31 de mayo al 3 de junio de 1902. En este congreso, nuestro tatarabuelo Marc Mir i Capella – a la sazon Diputado Provincial por Barcelona (de 1891 a 1903)- presento una ponencia sobre la “Reconstruccion del viñedo de Mallorca”, donde empezo diciendo: “Me encarga la Federacion agricola catalana-balear entretenga unos momentos la atencion vuestra sobre la reconstitucion del viñedo mallorquin derrotado por la filoxera, rehaciendolo por medio de las vides americanas”.

Su modestia le hizo decir que en estos congresos todos aprenden y que el volveria a sus tierras habiendo aprovechado mas de una leccion, tras haber pasado hace años por el duro trance que estan pasando los viticultores mallorquines. Aunque la agricultura balear permite vivir de varios cultivos como “el naranjo, el almendro, el algarrobo, el olivo la higuera, los cereales el arroz y, por supuesto la viña”- explicaba- a diferencia de “mi pais, donde no tenemos mas cultivo que la viña y al perder esta perdimos toda nuestra fortuna rustica”, que, en parte hemos recuperado con “una enormidad de sacrificio”.

Expuso a continuacion la semejanza de Mallorca con las tierras de Tarragona y continuo explicando lo que se ha hizo en la comarca del “Penedes, la region mas viticola de España” para luchar en los ultimos doce años contra la plaga, felicitandose de que los mallorquines no tendrian que ir al extranjero a “aprender lo que en aquellas tierras se hacia en una epoca llena de dudas y vacilaciones, cuando lo que hoy preconizaba por  excelente, mañana por malo; cuando las vides que adquiriamos costaban excesivo dinero”. Lo primero que se ha hecho para proceder con acierto a la replantacion de una viña perdida es “ hacerlo con vides resistentes al insecto, que vegeten bien en el terreno y que se presten con facilidad al injerto”.

Siguio su disertacion, estrictamente tecnica, sobre los hibridos de Vinifera por Rupestris y otros; la roturacion de los campos “a brazo valiendose del  pico y el azadon, la laya, el arado tirado por bueyes o caballos, los potentes arados accionados por malacates y empleando como fuerza el vapor…”, y se procede a la plantacion de “barbados sanos y fuertes, de las clases que convengan a la tierra”. Continuo recomendando el primer año “mantener bien limpias de hierbas y de otras plantas, las recientes plantaciones”. “¿Se ha de abonar?: Si, “se puede utilizar el estiercol, los abonos minerales y especialmente el abono verde, sobre todo las leguminosas que se cultivan para enterrarlas”.

Comienzan sus conclusiones: “Si no nos resolvemos a hacer vino bueno y a precio asequible para el consumidor, la ruina de la viticultura, que se preve en el oscuro porvenir hoy lejano, se apresurara rapidamente”. “Hoy nos vemos obligados a producir solamente vino de nuestras cepas: desgraciados de aquellos que se vean obligados a destilar”. “Lo mas conveniente es buscar antes la calidad que la cantidad, pues el comercio hoy dia es exigente en cuanto a la primera y lo sera mas cada dia”. “Bueno es estudiar lo que dicen y lo que hacen los demas en otras regiones; bueno es seguir el ejemplo de los que aciertan y escarmentar con la experiencia de los que van equivocados”. “Las cosas cambian a veces de una region a otra y lo que va bien en un punto no siempre va igual en otro”.

Sabias y profeticas conclusiones hace 118 años. La historia se repite, y, si no, se le parece mucho. Intentemos seguir su ejemplo y, en consecuencia, ayudemos a nuestros agricultores dignificando su labor y gratifiquemos su esfuerzo con un precio justo de la uva que satisfaga su quehacer diario, permitiendoles seguir dedicandose al cultivo de la viña a la vez que preserve el paisaje caracteristico del Penedes. 

2 comentarios en “Lo que va de ayer a hoy

  1. Su tatarabuelo dio a sus descendientes unos principios trascendentes: elaboración de los vinos con uvas de viñedos propios, perfectamente cuidados, sin hierbajos y en el caso de compra, la dignificación del trabajo del agricultor abonando un precio justo de la uva.

    Estos principios siempre vigentes son la base para la elaboración de vinos de calidad.

    • Muchas gracia Joaquim, así es. El trabajo bien hecho lleva un esfuerzo y hay que valorarlo. En nuestro caso, debemos mantener y seguir mejorando esos buenos valores heredados.

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