Perpetuar el “pilar de la historia”: seis siglos dedicados a la viticultura. Vivimos el vino y el Cava como un fenómeno ligado a una tierra, una casa, a un paisaje, una bodega, unos usos y costumbres de buen hacer que hemos heredado de nuestros antepasados y que se han transmitido de generación en generación. Para nuestra familia elaborar vino no es una profesión sino una pasión que comienza en las viñas y un compromiso de continuidad.
En efecto, hacemos honor al mandato que consta en el pergamino de compra de nuestra finca, de fecha 17 de Junio de 1.395, por el que se “obliga a que vos y vuestros sucesores sean hombres propios, sólidos y naturales y que hagas del Mas vuestra casa, estancia y continuada residencia”.
Y así lo hacemos en Can Martí de Baix, una de las dos casas de nuestra finca, en el Alt Penedés, bordeada por el río Anoia, con vistas a la montaña de Montserrat.
A lo largo del año son diferentes las percepciones que el “terroir” nos transmite. En invierno, sentimos la dureza del microclima mediterráneo, frío, con humedad, con lluvia y aromas de la tierra, a veces vientos de marina y de bosque, que nos repliegan al interior de la masía. La primavera con la poda verde y el cultivo intensivo de las viñas nos trae la esperanza de una buena cosecha y nos permite disfrutar de la solana en las terrazas. Llega el verano y a finales de agosto gozamos con el perfume del mosto que nos llega de la bodega, debajo de nuestra sala de estar, que inunda toda la masía, y es la época en que toda la familia próxima se concentra durante la vendimia. Y llega el otoño, las hojas de las cepas conforman una sinfonía de colores, todo un jardín, un regalo para los ojos. Hasta bien entrado el Noviembre podemos gozar del aire libre en nuestra galería sur, respirando aire puro, pero llega el crudo invierno y otra vez, se impone el refugio, se avecina la Navidad, todos en casa, reviviendo las tradiciones.
Y así pasan los años. Las generaciones 24 y 25 de la familia son las actuales responsables de la empresa familiar y la 26 se comienza a preparar para tomar el relevo, manteniéndola viva y proyectándola hacia el futuro. Siempre pensando en los vinos y cavas Torelló