Enoturismo histórico: Las Cavas de la Via Augusta

Hoy os proponemos este magnifico articulo de Jesus Velacoracho publicado por «el 3 de vuit» esta misma semana. Velacoracho es profesor, articulista, conferenciante, escritor, blogger pero sobre todo investigador de la historia de las culturas del vino y la gastronomia.

«Acudo de vez en cuando a las «matinees» sabatinas que organiza la Academia Tastavins por las cavas del Penedes. Se trata de unas didacticas a la par que corteses visitas a las bodegas que conforman el variopinto nucleo viticola del territorio.

Me toco en suerte, en la ultima salida, acercarme hasta las cavas Torello, en Can Marti de Baix, uno de esos solariegos templos totemicos de la vinicultura penedesenca de siempre (desde 1395). Ni que decir tiene que tanto la disposicion como el talante desplegados por la familia anfitriona merecieron, sobradamente, la pena.

Disponen los de Torello de una esplendida y bien cuidada heredad de unas 135 Has, que se asientan y reparten desde las escalonadas estribaciones del macizo del Garraf hasta la humeda y plana vaguada del Anoia. Una documentada propiedad historica que mantuvo desde siempre una clara afinidad vitivinicola -y oleicola- alternada con una obligada presencia cerealista -la sempiterna triada mediterranea-; todo ello necesario para la prospera sostenibilidad de la masia.

Mientras visitabamos esta, llegaba a la serena quietud de la antigua heredad, un rumor disipado del invisible trafico rodado que la mimetizada autopista genera. De vez en cuando el huidizo traqueteo de un tren -visualmente oculto- avisaba de la cercania viaria que transita por la vieja propiedad. Al pie y casi en paralelo a las otras vias, el Anoia fluia sosegado entre alamos, zarzales, chopos, cañas y alisos de ribera.

Con estos mimbres y el añadido de la pertinente incardinacion historica, no hace falta ser un genio para apuntar que estabamos ante un asentamiento rural vecino al paso de la Via Augusta. Y, en efecto, asi es. Lo ratifica, en parte, la cercania y permanencia de alguno de los muy antiguos vados que permiten -aun hoy- salvar la espaciada corriente de tan vacilante cauce en pos de la busqueda  de un mejor transito carretero por la ribera opuesta.

Añadase que las vias romanas caudales procuraban -sobremanera- seguir los pasos y cañadas mas llanos para ahorrar costosa obra publica, procurando no superar nunca desniveles que se acercasen al 2%. Desniveles que harian imposible el trafico de carruajes de traccion animal en muchos meses del año y que en las periodicas escorrentias -por su alta inclinacion derivada- dañarian las calzadas. Curiosamente, este valor maximo coincide con las normas que regian -ya en 1860- para el delineado de las vias ferreas traccionadas a vapor -que desde entonces atraviesan la finca…-hasta ahora, en que 2000 años despues del paso de la Via Augusta por ese angosto enclave, este valor sigue siendo el referente para sus vecinos de trazado: el AVE  y la autopista.

Aceptada la natural -y casi obligada- querencia del discurrir de la Via Augusta por las cañadas llanas y anejas al cauce de rios y rieras, es relativamente sencillo seguirla desde la «mansio» y puente romanos de Martorell -Ad Fines Flumen Rubrigatus- o «El Limite» Rio Llobregat, bajando luego unos 35 km hacia el sur -junto al cauce del Foix- a la «mansio» Antistiana -La Rapita-, para continuar despues hasta la siguiente «mansio», Palfuriana, vecina ya al arco de Bara, donde concluirian las tres pernoctas documentadas de la augustea via a traves de lo que ahora es el gran Penedes.

Aunque la posible distribucion de las -llamemosles- ¿posadas y areas de servicio? o «cauponas» y «mutatios» romanas a lo largo de la Via era bastante azarosa -solian estar repartidas cada 4 o 5 km-, conservamos aun ciertos toponimos -Les Cases Roges, La Casa Vermella, Estabulum Novum (L´Arboc), El Solar Roig- que recuerdan su velada presencia; amen de otras incardinaciones y vestigios mas opacos repartidos en el discurrir de los diferentes haces transitables del trazado.

Los actuales enclaves que ocupan la masia de Can Marti de Baix -Torello-, el paraje que domina la Torre Ramona, Freixenet, Castellroig, enclave de Can Batista, la proto-romana Can Bas, la cosetana Baldus, la «domus» de Guilera, la «mutatio» del Mas Comtal, la «balata» de Rovellats, el Casalot d`Espuny, ruinas de la Gravosa, Bolet, el «pontet» de Sant Esteve, Jane Ventura,  Augustus… y otros muchos -que reconozco ignorar-, bien pudieran ser o estar cerca de remotos asentamientos que en su rededor tuvieron la cercania de la Via y su actividad agricola sujeta a la triada mediterranea.

Ni que decir tiene, que resultaria muy atrevido pretender que las ancestrales «villae» y «domus rusticae» romanas que entonces jalonaron la augustea Via, permanecieran como el sustrato inamovible de masias o heredades ahora vigentes, aunque en ciertos casos esto es mas que irrebatible y evidente. Si que disponemos, curiosamente, del detalle aproximado de las «centuriatio» o reparto agrimensor de las grandes fincas que ceñian los deforestados -«manu militari»- bosques de los margenes -«limes»- del viejo trazado augusteo.

Viene a cuento este corto repaso sobre algunos rasgos de la mas elemental camineria romana, al exito promocional alcanzado por la «Carretera del Vi» -que ampara una docena de cavas-; un muy atractivo reclamo enoturistico que atraviesa el territorio del Penedes de Este a Oeste como si de un ciclopeo «Decumanus Maximus» rural se tratara. La propuesta enoturistica de una Via Augusta cruzandose perpendicularmente con la carretera antes citada en Vilafranca -«foro»-, convertiria el ancestral trazado de la Via en una especie de sobrevenido «Cardus Maximus» penedesenc, que al discurrir por la zona de Norte a Sur, ampararia un mas que notable numero de cavas.

Es de suponer que esta logica proposicion no debiera pasar desapercibida a quienes pueda interesar. Todo indica que alcanzado ya un permanente -amen de constatable- compromiso con la excelencia en la mayoria de los elaboradores de vinos tranquilos, cavas y espumosos del Penedes, seria del todo atinado mejorar la proyeccion comercial de estos con el agregado de una bien documentada patina de historia. Patina -sin gravoso coste- que, diferenciandolos, crearia un estimable valor añadido. Un valor que, por fortuna, en algunos casos se encuentra tan flor de piel en el paisaje que es de facil alcance: De hecho, se trataria de mostrar la simbiotica dualidad viario/viticola que la temprana llegada de la romanizacion concito en estas tierras. Estariamos hablando del ¡Enoturismo historico!

Jesus Velacoracho.

TORELLÓ I LA PRIMAVERA DEL CAVA

 

Visita Premium «Primavera del Cava» . Un recorregut a peu per les vinyes de Can Marti per viure i coneixer en viu el cep en flor, moment clau del cicle vegetatiu.

Previ a la caminada (1 km aprox.), esmorzarem junts a la Masia Can Marti de Dalt, la nostra seu agricola. Des d’alla iniciarem la ruta entre vinyes cap a la masia Can Marti de Baix, seu del celler i on visitarem les seves instal·lacions.

Finalitzarem el mati amb un «brunch» maridat amb els Caves Torello Reserva i Gran Reserva i bona musica.

Es recomana calcat comode.

Cost: 30 €

Data limit inscripcio: 3 de Maig

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ens visita l’Acadèmia Tastavins Penedès

A Caves Torello vam rebre aquest passat cap de setmana una visita molt especial, els amics de l’Academia Tastavins Penedes, grans divulgadors dels vins i en especial dels de la D.O Penedes. Encapcalats pel seu president, Joan Tarrada, una vintena d’academics van coneixer de primera ma com es la nostra Finca Can Marti i com elaborem els vins i els caves. Despres d’una passejada per les caves de crianca vam tenir l’oportunitat de compartir diversos vins blancs i rosats i els caves de llarga crianca. Gran diada amb els amics de l’Academia!